Parece increíble, pero es cierto.
A veces me sorprendo recordando a mi amiga la rosa. No puedo evitar sonreír pues la imagen que viene a m es la del pequeño príncipe y su rosa. ( El principito)
De la misma forma me acuerdo de mi amiga la rosa, que año a año aparecía para regalarme todo ese aroma como regalo por ser su guardiana de un tiempo que se acercaba como final.
Su fragmentación rompió mi corazón, aún así mantuve la esperanza de que volvería a nacer.
Y final mente lo hizo, pero ya transformada en una fragmentación de pequeñas rosas. Como una Diosa bañada en la arrogancia de orgullos engullidos por ser quien no somos, egos participando en aparentes situaciones que como pequeños personajes imitamos una y otra vez escenas de un tiempo agotado.
Mi amiga la rosa era un aroma muy especial, como la de mi padre, el que siempre me las dejaba en mi cama para recordarme la fragancia que jamás olvidaré.
Dios no tiene ni idea de el mundo de la ilusión, por eso es que el perdón es tan Grande, Perdonar es volver al aroma que una vez me trajo la inocencia de un recuerdo de un Amor incondicional.
Gracias malagueño, por tu tiempo conmigo, gracias amiga rosa, por traérmelo de regreso.
Paz y Amor.
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