domingo, 24 de junio de 2012

San Juan.

La pequeña muerte llamó,
no dio tiempo al adios,
cubriendo con negro manto,
toda ilusión.
Los sueños se evaporan
se deja atrás la ilusión.
Reflejos congelados
agrietando la razón
imagenes del tiempo,
soñado en la ilusión.
La niebla entala
los cristales del Amor.
Un soplo de viento,
y en la cima del acantilado
te reencuetro.
Se queman las angustias
se renace con ilusión.
Atrás queda los sueños rotos
la pequeña muerte llegó,
me cubrio con su manto negro
y se lo llevo.
Amanece manto blanco
como pizzarrra limpia
en la creación
todo empieza de nuevo
con más alegría
con las manos abiertas
el corazón agradecido
y la mente sonriente
pequeña muerte
se llevó en su manto
lo que  carece de valor.

elesabeth s.



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